Esta preciosa familia apareció en un pequeño pueblo cercano a Riaza.
Se comieron hasta el pepinillo del bocadillo los pobres.
Posaron así de guapos y de atentos para la cámara.
Un poco más asustadizos pero igualmente hambrientos.
Sobreviven gracias a los cuidados de los pocos habitantes del pueblo.
Este pobrecín se jugaba el tipo bajo los coches de una gasolinera.
Adorable y muy asustado, espero que haya encontrado a su mamá,
o una nueva mamá adoptiva que le cuide y mime,...
Más gatitos del pueblo
Comiendo chorizo,...
